A los amantes de la montaña no nos hecha para atrás el frío, la nieve, las ventiscas….¡Incluso nos gustan! Estamos deseando que las montañas se vistan de blanco para sacar nuestras botas, crampones, raquetas, etc. Aquí unos consejos para hacer más segura nuestra actividad.
1 ¿Qué ruta voy hacer?
Cómo en cualquier época del año, hay que planificar la salida que se va a realizar, pero en invierno especialmente informarse antes de salir de la previsión meteorológica en la zona que vamos a movernos.
Recordar que en invierno los días son más cortos y anochece antes para calcular cuando tenemos que volver. Si hacemos la ruta con nieve o hielo hay que tener en cuenta que progresaremos más despacio, parar a poner crampones, descansos, etc. También dejar aviso por donde vamos a realizar el recorrido.
2 La teoría de las 3 capas
En invierno es especialmente importantes seguir ésta teoría. El frío afecta al funcionamiento del organismo. En general hay un equilibro entre el calor que el cuerpo produce o mantiene (por la actividad muscular), y el que pierde al estar en contacto con el exterior, si se pierde más calor del que se produce, el organismo empieza a funcionar mal. Una manera de ayudar a conservar ese calor es con el sistema de capas:
- Primera capa, tiene que estar en contacto directo con el cuerpo: camiseta térmica y pantalón si hace mucho frío.
- Segunda capa, un forro polar, soft-shell, primaloft, plumas, etc.
- Tercera capa, chaqueta impermeable/GoreTex y pantalón lo mismo.
3 No empezar andar con mucha ropa
Es preferible empezar andar con menos ropa aunque se pase algo de frío. En cuanto empecemos a movernos entraremos rápidamente en calor, y conviene no sudar en exceso para no perder calor corporal.
4 Protege las extremidades
Por las extremidades y cabeza se pierde la mayor parte del calor corporal. Son las primeras en enfriarse, porque al perder calor, la reacción natural del cuerpo es llevar el calor de las extremidades a los órganos vitales como el estómago, el corazón… Lleva gorro y guantos apropiados (Si hace mucho viento membrana goretex).
5 Si tienes la piel delicada….
Nos daremos cuenta de que en la nieve la parte de la cara que más sufre los rigores invernales (frío, viento y radiación UV) es la nariz y pómulos. Además de cremas de protección, no viene mal unas máscaras donde también nos protegerá parte de la cara.
6 Cuida tus ojos
Los ojos debemos protegerlos con cristales adecuados para nieve. El tipo de factor de protección adecuado para este tipo de usos son UV Clase 4, generalmente del tipo espejo. De esta manera evitaremos, sufrir la llamada oftalmía de las nieves, una inflamación de la membrana mucosa que cubre el ojo.
Hay que tener en cuenta que la proporción de rayos ultravioleta en la luz solar aumenta un 10% cada 1.000 metros y que la nieve refleja hasta el 80% de la luz ultravioleta. En casos de ventisca llevar unas buenas gafas que no se empañen y que protejan del viento, etc.
7 Ponerse las botas ¡de invierno!
Para concretar, las botas de trekking no van a servir. Se necesita una bota de invierno que aguantes las bajas temperaturas, lluvia, hielo, nieve… Una bota que sea impermebale /GoreTex), más rígida o dura, y que sean cramponables. No olvidarse de unos buenos calcetines si es posible de lana merina.
8 Si eres novato con los crampones….
Se recomienda abrir las piernas un poco más al andar. Así evitaremos enganchones feos que rasguen el bajo de los pantalones y más peligroso aún: que nos clavemos las puntas frontales o laterales en el gemelo o tobillo. Aunque parezca imposible suele ocurrir…
Muy importante con los giros bruscos cuando tengamos el crampón apoyado sobre el terreno, se puede sufrir la clásica rotura de ligamentos cruzados!
9 Y las raquetas….
Las raquetas son la herramienta perfecta para progresar por nieve blanda, su superficie ayuda a “flotar” en la nieve. Recomendable llevar los crampones en la mochila, ya sea que haya hielo o alguna pendiente. Deben utilizarse en paseos por el valle y suaves pendientes sobre la nieve recién caída.
10 Crampones: Cómo, cuando y por qué utilizarlos
Cuando vamos a la montaña teñida de blanco para progresar por nieve dura transformada, paredes de hielo o avanzar por terrenos comprometidos con seguridad es esencial su uso. Existen varios tipos de crampón en función de la actividad que vayamos a realizar. Generalmente están fabricados de acero con 10 o 12 puntas.
1. Crampones de correas. Son los más básicos, pero también los más polivalentes. Se agarran a la bota mediante fuertes correas y son los que suelen perder mayor tacto al no encajar siempre 100% a la perfección. Si no vas hacer un uso puramente invernal igual no son la mejor elección
2. Crampones semiautomáticos. Quizá los más populares en media y alta montaña invernal. Son muy rápidos de poner, pero siempre deben de colocarse sobre botas semirrígidas o rígidas, (nunca en bota de trekking).
3. Crampones automáticos. Recomendados para utilizar con bota rígida, suelen presentar un problema común: al ir sólo enganchados en la puntera con una pieza metálica puede ocurrir que salten y se queden colgando del tobillo. Siempre deben utilizarse con bota rígida de uso específico para escalada en paredes de hielo.
Técnicas de progresión; a la hora de movernos por nieve, no siempre necesitamos llevar los crampones puestos. Evalúa progresivamente cómo está el estado de la nieve y piensa que siempre debes llevarlos antes de necesitarlos. Recordar que siempre debemos ponérnoslos en un sitio en el que se tenga seguridad y antes de meternos en una zona comprometida o peligrosa.
Para subir; recomendable un par de técnicas para ascender con comodidad por placas de nieve grandes o corredores anchos. La técnica de pies planos consiste en mantener todas las puntas verticales en conctaco con el hielo/nieve dura. Es una opción que permite fatigar menos los gemelos que atacar la montaña de frente. De estar forma los pies se van cruzando de forma alternativa y paralelos para colocarse sobre un peldaño más alto. Así poco a poco vamos ascendiendo formando una “Z” para hacer más llevadero el desnivel.
En corredores muy estrechos y empinados deberíamos atacar con técnica frontal de puntas delanteras o puntera sobre la montaña (como si subiéramos peldaños). Una mezcla de ambas sería la técnica mixta, donde colocamos un pie en técnica frontal y el otro perpendicular en técnica de pies planos. Es perfecta para pendientes moderadas, segura y estable. Así podemos ir intercambiando cada pie en ambas posturas para evitar la fatiga muscular.
11 ¡Más calorías!
En invierno se recomienda comidas con alto poder calórico para combatir el gasto extra de energía que hacemos al combatir situaciones meteorológicas adversas. Necesitamos unas 5.000 calorías diarias. Así que hay que aprovechar para llevarnos en la mochila todos los alimentos extracalóricos que evitamos durante la semana.
12 Un caldito instantáneo
Un caldito caliente siempre se agradece cuando las temperaturas bajas acechan. Lleva sobres de caldo instantáneo en la mochila o en un bolsillo, no ocupan nada, y en caso de pérdida de calor corporal, son una fuente térmica instantánea. Además de conseguir rehidratar nuestro cuerpo.
13 Orientación con nieve
Todo esta blanco, pero lo ves muy “negro”. ¿Dónde está el camino? Con niebla, ventisca, nieve… es más difícil orientarse, y las probabilidades de perderse son mayores. Además se pierden las referencias, los caminos son infinitos…
- Una referencia es seguir las huellas de otros que han pasado antes por el camino, pero claro, tampoco te puedes fiar, porque las huellas pueden borrarse por la acción del viento o por más nieve.
- Si nos movemos por nieve hay que ser conscientes de la dirección, observar continuamente el terreno, fijarse en puntos de referencia significativos, un árbol, rocas… etc.
- Llevar siempre una brújula. El GPS puede estropearse o no tener cobertura, la brújula no va a fallar.
- Si hay mala visibilidad (niebla, ventisca) habrá que tomar referencias más cortas. Elegir un punto de referencia visible y con la brújula a 90º, para ir siempre en línea recta y no caminar en círculos, e ir hacia él. Una vez ahí, fija un nuevo rumbo igualmente a 90º, y así sucesivamente.
- Un truco de orientación mediante indicios naturales cuando la nieve llega a la montaña es fijarse en las laderas y dónde hay más nieve. La nieve se transforma y desaparece antes en las laderas de las montañas orientadas al sur.
14 Cuando paremos a comer
Hay que procurar ser rápidos para evitar perder más calor del necesario. Así además, conseguiremos comer en tandas cortas con las que nunca tendremos la sensación de pesadez del estómago y tendremos unas digestiones más ligeras. Comidas deshidratadas y con alto contenido en carbohidratos son las más recomendadas.
15 Secar los bastones
Cuando utilicemos los bastones de trekking con nieve, no hay que olvidar secarlos antes de guardarlos. La nieve, junto con partículas de mineral, tiende a alojarse en el interior de los ensambles, y cuando vayamos a usarlos la próxima vez seguro que están durísimo. Así que no olvidemos echar un vistazo antes de guardarlos.
16 Después de una larga jornada en nieve… Seca las botas
Hay que dejar secar las botas en un lugar fresco (con corriente de aire) y seco, y meter en el interior unas cuantas bolas de papel de periódico, que ayudarán a secar la humedad interior y exterior si que el habitáculo de la bota se deforme, encoja o cualquier otra perturbación de los tejidos.
17 Y a disfrutar!!
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